El estudio de arquitectura de Mar Vicens (Valencia, 1985) está en Valencia. Pero, como siempre hizo su familia, parte de su vida la pasa en Mallorca. En Sóller nació su abuelo, exportador de naranjas, casado con una madrileña que siempre buscó un sitio más salvaje que la costa, para ella quizá excesivamente civilizada. Así llegaron a Deià, donde entonces no había agua ni luz, un paraíso para los juegos de los niños. Esa pasión por la isla y por el campo pasó de generación en generación como una herencia a la que era imposible renunciar.
Mallorca fue también el sitio del recreo varios meses al año de los padres de Mar, y, por tanto, de su infancia y juventud.